UN COCODRILO LLAMADO CAIMÁN / A CROCODILE CALLED CAIMAN
Edgar Moreno, Susana Arwas, Ernst J. Petras, Kathy Sarue
Un Museo del Caimán. Fotografía, el tiempo embalsamado. Instalación de Edgar Moreno
En una casa en San Fernando de Apure, me senté sobre Negro, la caimana del relojero Faoro. Una cocodrila mansa de tres metros. Desde entonces me torné apureño.
Un día me dijo la señora Ángela que no tomara fotos de la caimana. Yo me había hecho unas cámaras pin hole con unas cajas de fósforos colombianas. Las puse sobre una mesa, retiré el teipe tal vez por medio segundo, embalsamando a Negro en el tiempo.
Regresé y Negro se escondió en un depósito para gaberas de refrescos y cervezas, tapada por una cortina de donde sobresalía su hermoso rabo triásico, de 200 millones de años.
Ángel, el nieto del relojero Faoro está harto que lo visiten para ver la momia de Tic Tac, el caimán de Peter Pan, el que come relojes. Ahora Negro está muerta y disecada después de 67 años de vida y expuesta en una vitrina en el mismo sitio donde una vez estuvieron clavados a una pared arcos, flechas, cerbatanas, cestitas panare y una pequeña arpa criolla arriba en una esquina.
Así que ni vacas, ni canciones para madrineras, toros cimarrones y caballos llaneros. Ahora lo mío son los osteodermos, colmillos, caimán salado, ojo pelado a orillas del río y chiquillos jineteando cocodrilos… Y pensar que de niño disecaba animales y mi peluche era un enorme caimán embalsamado traído de Panamá city.
A Caiman Museum Photography, the Time Embalmed. Installation Edgar Moreno
In a house in San Fernando de Apure, I sat on Negro, the watchmaker Faoro's alligator. A meek crocodile of three meters. Since then I became a savannah man.
One day Mrs. Angela told me not to take photos of the alligator. So I had made me some pinhole cameras out of Colombian matchboxes. I placed them on top of a table, withdrew the shutter for maybe half a second and I embalmed Negro in time. Later I came back and found Negro hidden in a room to store soda drinks and beers, covered by a curtain from which his beautiful Triassic tail, 200 million years old, protruded.
Angel, the grandson of the watchmaker Faoro, is fed up with being visited to see Tic Tac's mummy, Peter Pan's alligator, the one who like watches. Now Negro is dead and stuffed after 67 years of life and now shown in a display case, in the same place where bows, arrows, blowguns, panare Indian´s baskets and a small Creole harp, were once nailed to a wall in an upper corner.
So no cows, no songs for wild bulls and cow boy´s horses. Now my thing is osteoderms, tusks, salty caiman, “bare eye on the river bank” and kids riding crocodiles… And to think that as a child I dissected animals and my stuffed favorite animal was a huge embalmed alligator, brought from Panama City.
No hay comentarios:
Publicar un comentario